Por Rocío Milagros Fredes: Egresada de 5to año de Comunicación.
Hoy cierro una etapa que marcó mi vida y quise escribir estas palabras para compartir lo que significó para mí haber sido parte del Colegio San Gabriel. No es fácil resumir tantos años, tantas experiencias y tantos sentimientos, pero sí sé que me voy con un profundo agradecimiento.
El San Gabriel fue más que un colegio: fue un lugar donde crecí, donde aprendí a conocerme, a pensar, a equivocarme y volver a empezar. Acá encontré personas que me acompañaron, profesores que confiaron en mí incluso cuando yo dudaba, y compañeros que se convirtieron en parte de mi historia.
Quiero agradecer especialmente al área de Comunicación, un espacio que me enseñó muchísimo más de lo que imaginé. En esas clases descubrí la importancia de expresarme, de analizar, de entender que cada mensaje tiene un sentido y que comunicar es un acto poderoso. Fue un área que despertó mi creatividad, que me hizo pensar distinto y que me acompañó en muchas de las experiencias más lindas de la secundaria.
A quienes todavía están cursando estos años, quiero dejarles un mensaje sincero: disfruten la secundaria. Aunque a veces parezca cansadora, aunque haya pruebas, trabajos y días en los que uno solo quiere irse a dormir, la secundaria está llena de momentos que después se extrañan. Disfruten las risas con amigos, los recreos eternos, las charlas con los profes, los proyectos y hasta las pequeñas cosas que hoy parecen normales pero mañana van a ser recuerdos.
Me voy del San Gabriel con el corazón lleno, sabiendo que cada vivencia dejó algo en mí. Esta etapa termina, pero todo lo que aprendí acá me va a acompañar siempre.
Gracias, San Gabriel. Gracias, SanGa. Gracias por formar parte de nuestras vidas.
Fotografía tomada el 28 de noviembre en la despedida realizada por los 5to de Economía y Comunicación
Estas son las cosas que hacen que yo quiera seguir apostando por mí proyecto de vida, que haga que me sienta orgullosa de las personas que me acompañan en esta bella tarea de educar. Y que aunque no me acuerde de sus nombres sepan que recordaré sus caritas y las conservaré por siempre en un rincón de mí corazón.